por VALUE ADVICE
The Crystal Ball – Marzo 2021
Resumen Enero 2020
Febrero fue un mes de consolidación en los mercados financieros globales, con retornos positivos para las acciones pero sin la exuberancia y la volatilidad que vimos de Noviembre a Enero. La tendencia más detacada fue el proceso de rotación desde las acciones de tecnología, que lideraron el mercado en el 2020, hacia las empresas de acciones más cíclicas, más rezagadas tanto en términos de los desafios fundamentales de su negocio como en los precios de sus acciones. A este grupo se le denomina el grupo de los “re-openers” que son las acciones que se recuperarían con el fin de la crisis sanitaria, el levantamiento de las restricciones sobre el movimiento de las personas y la reapertura de las economías. En este sentido, el proceso de aprobación de varias vacunas y después el proceso de implementación de progamas para vacunar a la población, fueron un catalizador importante para los “re-openers”. En general los datos economicos fueron mejores de lo esperado y vimos un continuo proceso de mejoría en las expectativas de los agentes economicos. Los datos de manufactura a nivel global fueron especialmente alentadores; los datos de servicios menos por razones obvias. Los resultados corporativos del último trimestre del 2020 fueron bastante mejor de lo esperado también, sobre todo en Estados Unidos. En la segunda mitad de Febrero, los rendimientos sobre los bonos norteamericanos de larga duración empezaron a subir rapidamente, generado mucha inquietud entre los inversionistas.
Outlook
Los precios de los bonos del tesoro norteamericano a 10 años han bajado notablemente, con lo cual el rendimiento de los bonos subió un 30% durante febrero y otro 10% más en lo que va de marzo; esto amenaza con acabar con el rally en los mercados accionarios globales y, como mínimo, constituye un viento en contra por el momento, que a nuestro juicio hará que las rentabilidades de las acciones se moderen durante el segundo trimestre de este año. Hay una burbuja en la cantidad de comentaristas declarando que hay una burbuja en las acciones globales. Los mercados claramente están señalando que viene inflación y que, tarde o temprano los bancos centrales del mundo tendrían que subir las tasas de interés. Por otro lado, la Reserva Federal norteamericana dice que no hay problema con la inflación y Janet Yellen, la secretaria del Tesoro norteamericano aplaude los US$1.900 millones de millones de dólares de estímulo fiscal adicional. Siguen tirando dinero del helicóptero. Sin lugar a duda, la Fed estará “detrás de la curva”. Hay muy pocos inversionistas activos hoy que recuerdan una época inflacionaria en el mundo desarrollado.
Por el lado positivo, los programas de vacuna en el mundo entero van bien; mejor en algunos países (Chile, US, UK, Israel) que otros (EU), pero en promedio bastante bien. Los casos nuevos de COVID caen a nivel global y Europa planifica su reapertura en la primavera en el hemisferio norte. Los datos macroeconómicos de manufacturera vienen muy fuertes, el comercio global repunta muy bien, los commodities industriales como el cobre y el mineral de hierro vuelan, los resultados corporativos aumentan más de lo esperado, las valoraciones de las acciones caen.
Nuestra conclusión más importante en Value Advice es mantener la calma y mantenerse invertidos. No hacemos mayores cambios en la asignación de los activos. Seguimos pensando que la rotación hacia sectores más cíclicos rezagados, empresas de capitalización menor, tiene sentido; pero tampoco significa bajarse de las acciones tecnológicas por completo. De hecho, la combinación de mayores utilidades y menores precios probablemente constituye una oportunidad de aumentar exposiciones a acciones de empresas de tecnología. Seguimos pensando que una estrategia “barbell” tiene sentido en cuanto a la ponderación entre acciones de “valor” y acciones de “crecimiento”; el escenario de “vuelta a la normalidad” sigue siendo nuestro caso base. Geográficamente, nos sigue gustando Asia Emergente. Seguimos pensando que el aumento de los precios de los commoditiesdebiera ser positivo para los mercados emergentes más expuestos (Brasil, Chile). Si bien el dólar americano seguiría siendo el principal activo de refugio, pensamos que la tendencia de mediano plazo es probablemente negativa para el valor de la moneda norteamericana contra las principales monedas de los países G10. Este es el consenso en el mercado y los inversionistas están posicionados para esta eventualidad. Seguimos desenfatizando la renta fija a nivel global con un escenario de tasas bajas por un tiempo prolongado. Dentro de la renta fija daríamos preferencia a los bonos “High Yield” y deuda corporativa emergente.